BAILE TÍPICO



Las danzas folclóricas de Brasil tienen un origen relativamente reciente y son el resultado del encuentro de tradiciones culturales diferentes, principalmente de influencias europeas, africanas y nativas. La herencia africana, transmitida por los esclavos que llegaron en la época de la colonia, es sin duda el aporte que aporta la singularidad a los bailes típicos de Brasil. La riqueza rítmica, los colores llamativos y la expresión de lo fantástico son el carácter distintivo de la danza brasilera. La iglesia Católica también desempeñó un papel importante en el proceso de formación del folclore brasilero, introduciendo danzas en los cortejos.



Samba: la samba es la danza más representativa y reconocida de Brasil, gracias a la popularidad del desfile del Carnaval carioca. Como danza, tiene sus orígenes posiblemente en Angola o en el Congo y fue introducida a Brasil por los esclavos. Inicialmente la bailaban por la noche, luego de un día de labor en las haciendas. La samba se difundió primero en Maranhão y en Bahía, y llegó a Río de Janeiro a fines del siglo XIX. Por entonces era una danza coreográfica con movimientos marcados por el sonido violento y alegre de la percusión, y con el tiempo comenzó a tener el ritmo estilizado que se conoce hoy.

Capoeira: la capoeira es una danza acrobática con elementos de lucha. Se dice que tiene su origen en la época colonial, cuando los africanos se reunían para practicar movimientos de lucha disimulados con pasos de baile, para no ser descubiertos por los esclavistas. Actualmente es un baile muy difundido en las principales ciudades de Brasil y es también una de las danzas más conocidas en el extranjero.
Maracatu: esta danza nació en Recife como un cortejo para alabar a Nossa Senhora dos Negros. Los grupos eran precedidos por estandartes representando figuras de animales, ligadas al origen totémico de las tribus africanas, en particular de Sudán. En el estado de Ceará, el maracatú es el baile que marca el paso en los desfiles de Carnaval.


Candomblé: en el marco de una ceremonia religiosa de origen Bantu, los dioses Orixás son alabados con danzas representativas de sus mitos e historias. Estas danzas rituales tienen su origen en las tribus africanas, pero en Brasil se mezcla con elementos del catolicismo. El baile se acompaña con cuatro instrumentos principales el Gã, que es una campana, un tambor agudo conocido como Lé, el Rumpi y el Rum, tambor medio y tambor grave respectivamente.


Fandango: este baile fue introducido en todo el territorio brasilero y con el tiempo se adaptó a los gustos y las características de cada región. Es particularmente popular en los estados del nordeste y del sur. La estética y la elegancia son los elementos distintivos de esta danza con un impactante efecto escénico y diversidad de coreografías locales.


Carimbó: es la danza típica del estado de Pará. Hombres y mujeres forman un círculo para bailar al ritmo de los tambores. Su nombre proviene del principal instrumento que se utiliza, un tambor hecho con un tronco ahuecado y piel de venado bien tensa que se golpea con las manos.


Caboclinho: es una de las danzas más populares del nordeste, con partes coreográficas conocidas como “manobras”, que exigen habilidad y mucha agilidad. Es una danza de mímicas que simulan luchas guerreras, rituales de caza y los trabajos agrícolas de los indígenas. La danza está bien presente en las capitales nordestinas y también tiene popularidad en el interior del territorio brasilero.

Maculelê: esta danza pertenece al folclore del estado de Bahía y representa la lucha entre hombres, provistos de bastón y facón, con movimientos marcados por el ritmo musical. Tradicionalmente se forma una ronda de personas, cada una llevando un par de Grimas, unos bastones largos que chocan entre sí de forma rítmica.


Maxixe: en sus orígenes era una danza extremadamente sensual, repudiada por la burguesía de la época. Posteriormente los salones burgueses la aceptaron, haciendo algunas modificaciones discretas del ritmo. El primer compositor en estilizar el baile fue el pianista Ernesto Nazareth. Como danza, el maxixe murió en la década de 1930, pero sus ritmos persisten mezclados con algunas sambas.




Xaxado: es una danza típica del sertón brasilero. Tiene un nombre onomatopéyico: “xá, xá, xá” es el sonido de las alpargatas de los cangaceiros cuando hacen su baile rápido y vigoroso, golpeando el suelo con el pie derecho e izquierdo alternativamente. Usualmente se acompaña este baile con el sonido de la viola. Actualmente el acordeón, el bombo y el triángulo también acompañan al xaxado.


Bumba meu boi: es una danza típica en todo el territorio brasilero y el elemento folclórico más importante de Maranhao. Es un elemento popular, ligado a la vida del campo, con variaciones en la música, el ritmo y la indumentaria, según la región. En sus orígenes el baile representaba la muerte y la resurrección de un buey, un mito muy popular y conocido en Brasil.


La mezcla de culturas es la responsable de la variedad de danzas representativas que tiene el territorio brasilero, es por ello que a esta lista aún hay que agregar otros estilos, como la Congada traída por los esclavos del Congo, el Reisado que es popular en el nordeste del país, el fuerte ritmo del Cabaçais do Cariri y el Torém, que constituye la herencia de los indios tremembés. La lista continúa estando incompleta: el Coco, Pau da bandeira, Maneiro pau en el estado de Ceará, Afoxé, Frevo, Samba de roda y Caninha Verde también forman parte del folclore brasilero.